miércoles, 26 de septiembre de 2012

LLIPIS:

Palabra aymara que significa trampa para aves, también significa danza de cazadores de vicuñas. Esta última acepción del término es el que identifica a la danza. La Llipis es interpretada por hombres, es originaria de la Comunidad de Janasaya, distrito de Inchupalla de la Provincia de Huancané. Es acompañada de quenachos y bombos.

CHUCHULAYAS: 

Danza de cazadores, de origen quechua, es bailada por hombres. Chuchulayas se presenta en el distrito de Orurillo en la Provincia de Melgar.


CHOQUELA: 

Danza de origen aymara reconociéndose como una de las más antiguas corografías de esta etnia. Rememora las diferentes etapas del chaco o caza de la vicuña para trasquilarla y para eliminar a sus depredadores
CHOQ'ELAS:
Danza ritual de la zona aymara, de origen pre-inca, que culmina con el "chaco" de la vicuña. Evocando primero a los "Achachilas" y "Apus", para que la caza sea sencilla y abundante; luego de la cacería, la vicuña es acorralada con llipis (trampas) que portan las mujeres, hasta matar a la vicuña, exhibiendo el corazón como trofeo.

Danzas de Caza:

CHALLPAS: Danza de origen aymara propiciatoria a los cazadores de vicuña y parihuana. En el primer caso para trasquilar al camélido y en el segundo por plumas para adornar sus trajes y sombreros. Challpas se representa en las Provincias en Yunguyo, Chucuito y Puno.

Danza Huaconada:

La huaconada es una danza ritual Wanka que se representa en el pueblo de Mito, provincia de Concepción, región Junín, situada en la cordillera andina central del Perú.
Los tres primeros días del mes de enero de cada año, grupos de hombres enmascarados, denominados huacones, realizan en el centro del pueblo una serie de danzas coreografiadas. Los huacones representan el antiguo consejo de ancianos y se convierten en la máxima autoridad del pueblo mientras dura la huaconada.